Son las 8:45 a.m. en una mañana gris de mayo y estoy sentado en una aula de clase. Uno de los simpáticos profesores de “French in Normandy” (la escuela asociada de ESL en Ruan), me pregunta en francés acerca de mi trabajo.
Esta no es realmente la clase de francés; es la prueba de nivel que se hace totalmente de forma oral, sin textos para completar espacios ni ejercicios de gramática ¡Me esfuerzo en encontrar la palabra francesa para spreadsheet! Consigo explicar que trabajo en una oficina en Londres, como el Gerente Regional del Reino Unido de una agencia de viajes lingüísticos, y que estoy, en efecto, probando mi propio producto. Para mantenernos activos y atentos, el profesor nos hace muchas preguntas a los estudiantes nuevos. Mis nuevos compañeros potenciales vienen de todo el mundo – de Estados Unidos, Australia, los Países Bajos, Suecia, España y Suiza… Después de que todos hablamos, nos proponen un recorrido por la escuela y a nuestro regreso, el tablero de anuncios ya contiene la lista con los estudiantes de cada clase. Ellen, la estadounidense, y yo estamos en la clase de Benedicte, junto con otros siete estudiantes que ya llevan algunas semanas en la escuela. Benedicte nos invita a sentarnos separadamente ¡para que no podamos hablar inglés entre nosotros!
En la clase de Benedicte, el tema de la semana es el arte. Todas las lecturas, los debates y los ejercicios de comprensión auditiva están enfocados alrededor de este tema. Esto me preocupa un poco ¡porque yo ni siquiera sé hablar de pinturas impresionistas en inglés! Sin embargo, nuestro profesor insiste en que no es importante nuestro conocimiento del tema, sino que progresemos en francés a través de discusiones sobre Monet, Pissaro, Sisley y otros artistas relacionados con Normandía. Las lecciones de la semana concluyeron con una visita al Musée des Beaux-Arts, en el centro de Ruan, durante la cual cada uno eligió una pintura para presentarla al resto de la clase. La segunda semana tuvimos un profesor diferente, cuyo nombre es Victor. Su tema de la semana es el desarrollo sostenible; un tema que es muy relevante para nosotros en ESL. Lo estudiamos desde diferentes perspectivas, lo cual incitó a animados debates. Es muy interesante tener diferentes profesores todas las semanas, ya que esto expone a los estudiantes a diferentes métodos de enseñanza y estilos de aprendizaje, así como a escuchar diferentes pronunciaciones y vocabulario.
Durante la semana, la escuela ofrece una variedad de actividades muy interesantes para los estudiantes, incluyendo visitas al centro histórico de Ruan, seminarios culturales, visitas al teatro, exposiciones de arte y (mi favorito) una tarde de degustación de quesos normandos… ¡lo único que lamento es que, debido a la ley francesa, no pudimos abrir un par de botellas de vin rouge para acompañar la degustación!
Durante el fin de semana, en relación con el tema del arte, la escuela organizó una excursión a la casa de Monet en Giverny, con sus espectaculares jardines. El domingo, decidí organizar mi propio viaje al Château de Versailles, una gran muestra del poder de la antigua monarquía absolutista de Francia, a solo una hora en automóvil de Ruan. En diferentes ocasiones, visité los Jardins des Plantes –Jardín Botánico de Ruan- que ofrece un hermoso espacio para ir cuando sale el sol (muy raras veces), además de ser perfecto para que mi hija de 2 años corra, juegue, vea pavos reales, disfrute el tiovivo (carrusel) y haga sus propios intentos de aprender francés, jugando con otros pequeños franceses que van en compañía de sus padres.
La escuela actualiza con frecuencia sus múltiples tableros de anuncios, con los últimos eventos que están sucediendo en Ruan. Para ser una ciudad pequeña, hay una gran variedad de eventos artísticos desde danza hasta teatro, exhibiciones de arte, cine, y por supuesto, ¡muchos restaurantes excelentes!
Durante mi estancia en Ruan, tuve un excelente alojamiento. Soy un estudiante difícil de hospedar, puesto que viajo con mi esposa e hija (como lo mencioné anteriormente). Ella es una niña con mucha energía e inicialmente tenía dudas sobre elegir el alojamiento con una familia anfitriona, pero terminó siendo la mejor opción. La familia con la que nos quedamos, es un encantadora pareja de jubilados que tiene un amplio jardín, mucho tiempo para hablar en francés, para jugar con mi hija y (tal vez lo más importante para una niña de 2 años) ¡un gato y un perro! Es de gran ayuda para mi francés, regresar a casa y conversar en el jardín con Monsieur Vagnier mientras él repara su antigua motocicleta, o con Madame Vagnier mientras corta las plantas. Ella entra a la casa de vez en cuando ¡para llevar dulces que mi hija normalmente no tendría permiso de comer!
Optamos por preparar nuestras propias comidas y teníamos nuestra propia casa, con una entrada independiente. Un día, Monsieur Vagnier se toma el tiempo de mostrarnos Ruan y nos lleva a ver los lugares históricos de la ciudad, al igual que el mercado donde se pueden conseguir fantásticos quesos locales, crepes recién hechas, patés y sidras.
En el pasado, había tomado clases de francés en el extranjero, pero siempre por una corta semana. Ir por dos semanas hacen una gran diferencia para mi progreso lingüístico. Al final de la primera semana, apenas me estoy adaptando a pensar en francés. Así que en la segunda semana, realmente puedo aprovechar la inmersión lingüística y usar algunas de las expresiones y vocabulario que aprendí en clase.
“Mis dos semanas en Ruan son un gran éxito”
Lingüísticamente, mis dos semanas en Ruan son un gran éxito. La ciudad combina armoniosamente modernas zonas comerciales y edificios históricos que datan del siglo XI (con la imponente catedral gótica en el centro); no hay muchos turistas por lo que la experiencia en inmersión es más auténtica ¡y la comida (como se espera de Francia) es maravillosa!
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