Cuando los Beatles se separaron en 1970, ninguno de sus miembros había cumplido todavía los 30 años. Si eres uno de esos treintañeros que no ha lanzado unos cuantos discos míticos ni ha marcado un antes y un después en la historia de la música, tal vez estés buscando hacer algunos cambios en tu vida. Retomar los estudios te puede ayudar en muchos aspectos.
Como no puede ser de otra manera, esta lista se centra en las ventajas de estudiar un idioma en el extranjero a partir de los 30 años, pero la mayoría de ellas se pueden aplicar a cualquier tipo de estudios que se realicen de adulto.
1. Sé la persona que quieres ser
Estudiar es una manera de renovarse. Si no tienes experiencia profesional en un sector concreto, estudiar en el extranjero te ayudará a mejorar tu CV y a descubrir otros modos de vida. Si tienes experiencia y una buena formación, serás un candidato mucho más atractivo en el mercado laboral que si solo tienes una de las dos.
2. O averigua cómo quieres ser
Cuando estás metido en la rutina, puede ser difícil encontrar tiempo para pararte a pensar exactamente qué buscas en la vida. Estudiar y, de paso, cambiar un poco de aires, te dará algo de tiempo para reflexionar.
3. Aumenta tus ingresos
Las personas con conocimientos de idiomas ganan más, de media, que los monolingües. Esto varía, naturalmente, de un sector o empleo a otro (varía, también, según los idiomas que se hablen), pero es un hecho innegable.
4. Aumenta tu satisfacción laboral
Si estás un poco, digamos, cansado de tu trabajo, te vendrá muy bien tomarte un tiempo para estudiar. Volverás a tu puesto con nuevas habilidades y más experiencia, que podrás aplicar a tu trabajo.
5. Amplía tu red de contactos
La mayoría de tus mejores amigos son gente que conoces antes de los 25 años. A partir de ese momento, se hacen “contactos”, y hay pocas mejores maneras de hacer contactos que estudiando. Es más, mejorar tus aptitudes lingüísticas te permite crear una red de conocidos mucho más internacional.
6. Siéntete con energía
Sobre todo si viajas en el extranjero, volverás a casa con las energías totalmente renovadas y teniendo tus objetivos más claros. Además, sentirte bien por dentro te ayuda a sentirte bien por fuera.
7. Disfruta más de las vacaciones
Hablar un idioma extranjero es muy agradecido, sobre todo cuando tienes oportunidad de usarlo en un contexto real, en un país en el que se hable. Al aprender en inmersión total, también conocerás mejor la cultura.
8. Los idiomas ejercitan el cerebro
Varios estudios han demostrado que, entre enfermos de Alzheimer, aquellas personas que utilizan dos idiomas de manera habitual empiezan a presentar síntomas de esta afección cuatro años más tarde que los monolingües.
9. Estarás más centrado
Ahora que tus hormonas parecen haberse calmado un poco, verás que estudiar de adulto es muy diferente a estudiar de niño o adolescente. El pasarse notas, perder el tiempo e intercambiar miraditas pasan ahora a un segundo plano…
10. No es como el colegio
Como todo el mundo está ahí porque quiere, el ambiente de estudio en un grupo de adultos es muy diferente a uno en el que la mayoría de los estudiantes preferirían estar haciendo otra cosa.
11. No es como unas vacaciones (es mejor)
Estudiar un idioma en inmersión en el extranjero permite combinar el aprendizaje con una estancia en un destino interesante. A qué dedicar el tiempo libre depende de ti, pero las escuelas ofrecen programas de actividades que incluyen una amplia variedad de opciones deportivas y culturales.
12. Ya no tienes tanto miedo a equivocarte
Uno va ganando confianza en sí mismo con los años, por lo que tendrás menos miedo a cometer errores que cuando eras más joven.
13. Puedes aplicar tu experiencia vital a los estudios
Se supone que la escuela te prepara para la vida adulta, ¿pero no crees que algunas cosas que te parecían “un rollo” hace unos años son ahora mucho más interesantes? Ahora sabes cómo motivarte, qué técnicas te ayudan y cuáles no.
14. Es una buena forma de cambiar de aires
Decirle a tu jefe que quieres unas vacaciones prolongadas “para ir a la playa” es muy diferente que decir que quieres formarte. Si eliges bien tu destino, ¡incluso podrás estudiar cerca de la playa! Averigua cómo convencer a tu jefe de que necesitas un curso de idiomas en el extranjero.
15. Sal de la rutina
Romper con la rutina del día a día –aunque solo sea por un tiempo– es una manera excelente de centrarte en lo que realmente te importa.
16. Conoce a gente de otras generaciones
Estudiar es una muy buena forma de conocer gente de todas las edades. Trabajamos con algunas escuelas en las que tendrás garantizada la mezcla de generaciones.
17. O conoce a gente de tu generación
Si estudiar con personas de todas las edades no es lo tuyo, también ofrecemos varios programas concebidos especialmente para mayores de 30 años.
18. Consigue un título
Ya quieras un certificado oficial de idiomas o incluso formarte como profesor, tenemos el programa que buscas.
19. Adquiere aptitudes sociales de gran valor
Además de mejorar tus competencias lingüísticas, al estudiar en el extranjero desarrollarás aptitudes sociales muy útiles.
20. No esperes al ‘momento adecuado’
Si oyes una voz irritante en tu mente que no deja de repetir que “ahora no es buen momento”, pregúntate si realmente habrá un momento ideal. Los conocimientos que adquirirás al estudiar fuera se quedarán contigo el resto de tu vida. Cuanto antes, mejor.
21. Cumple tus sueños
¿Hay algo que siempre hayas querido hacer? ¿Qué te lo impide? Si puedes hacerlo realidad a través del estudio, ahora es el momento.
Si dedicas mucho tiempo a alguna afición, puedes seguir practicándola mientras estudias un idioma relevante para esa actividad.
Si tienes objetivos profesionales claros, echa un vistazo a nuestros programas de idiomas business, los cuales incluyen optativas para sectores específicos.
22. Ser políglota es sexy
¡Y lo sabes!
23. El siguiente idioma será más fácil
Cuando estudias un segundo idioma, empiezas a pensar en el idioma como un sistema. Una vez entiendes esto, añadir un tercer idioma resulta mucho más fácil.
24. La educación ha cambiado
La docencia está cada vez más centrada en el alumno. Si has tenido malas experiencias en la escuela en el pasado, tal vez los nuevos métodos te gusten más.
25. Conoce a fondo una nueva cultura
Irse de vacaciones está muy bien, pero hacer turismo solo permite conocer algunas facetas del destino que se está visitando. Vivir y estudiar un idioma inmerso en otra cultura ofrece una experiencia mucho más completa.
26. ‘Internacionalízate’
Cuando estudias un idioma en el extranjero, no solo conoces de primera mano la cultura de tu destino, sino que también conocerás gente de todo el mundo que también están ahí para aprender la lengua. Al usar los conocimientos adquiridos en el aula para comunicarte con ellos, tendrás una experiencia de lo más internacional.
27. Aprovecha el tiempo
No dejes que se te pasen las horas sin darte cuenta. Si inviertes tu tiempo libre en algo que valga la pena, como estudiar un idioma, lo agradecerás el resto de tu vida.
28. Habla con más seguridad
Aprende otro idioma y hablarás tu lengua materna con más confianza. Una vez empieces a conversar en un idioma extranjero, te sentirás más seguro en todos los idiomas.
29. Aprende a escuchar
Una aptitud fundamental en la vida, y una de las más infravaloradas, es la capacidad de escucha. Cuando aprendes otro idioma, tienes que prestar atención a tu interlocutor para entender bien lo que te está diciendo. Esto mejora inevitablemente tu capacidad de escucha, tanto en el idioma que estás estudiando como en tu lengua materna.
30. O estudia, simplemente, porque sí
¡Estudiar sienta muy bien! ¡Viajar es divertido! Estudia un idioma en el extranjero y disfruta de aprender y estudiar a la vez. Carpe diem, YOLO… llámalo como quieras, pero aprovecha el día.
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