Y llegó a su fin otra semana increíble en curso de inglés en Sídney. Pensaba que había hecho muchas cosas los primeros días, ¡pero no he parado de descubrir sitios nuevos y de hacer nuevas actividades!
El lunes hicimos un pequeño examen en English Language Company para ver los avances hechos durante la semana. La verdad es que me fue bastante bien, ya que la mayoría de lecciones las hicimos mediante juegos y hablando con compañeros, por lo que aprendes mucho más rápido.
Ese mismo día, nos llevaron a ver las jacarandas. Cada año por estas fechas, estos árboles tiñen toda la ciudad de Sídney de color púrpura y es increíble pasear por las calles. El mejor lugar que vimos se encuentra en el barrio de Kirribilli, al otro lado del Harbour Bridge.
Al día siguiente visité el Luna Park, un antiguo parque de atracciones al norte de la ciudad. Me encantó la decoración del lugar y las vistas que tenía de la ciudad. Puedes llegar en ferry desde Circular Quay, además de disfrutar de unas vistas increíbles de la bahía. Sin duda, esta zona se ha convertido en una de mis preferidas.
Otro de los lugares secretos que pude descubrir estos días fue The Grounds of Alexandria. Son unos pequeños jardines con varios espacios que incluyen restaurante, cafetería, mercados y demás. Muchas parejas deciden casarse aquí, y es que la decoración del lugar no es para menos. Muy cerca también encontramos un mercado de antigüedades con cosas muy curiosas que recomiendo en el caso de que paséis por la zona.
Como os podréis imaginar, al hacer tantas cosas la semana pasa volando. Y es que llegó el viernes y tuve que despedirme de la escuela y de todos mis compañeros. Hicimos un juego de despedida y nos dieron el diploma de finalización del curso. Me llevo muy buenos recuerdos de profesores, alumnos y del equipo de ELC en general. La acogida fue increíble y cada día ha sido memorable.
Me encanta Sídney porque hay un contraste brutal de culturas y nacionalidades diferentes. En estas dos semanas he podido conocer gente de más de 20 países de todo el mundo. Imaginad la riqueza que comporta eso a la hora de aprender un idioma, cuando lo escuchas con decenas de acentos distintos. Si tuviera que volver a elegir dónde vivir esta experiencia, sin duda me quedaría con Australia. Mi curso de inglés en Sídney va a ser muy difícil de olvidar.
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