Desde bien pequeñita, uno de mis sueños siempre ha sido viajar a las Antípodas. Era un viaje que siempre posponía por una cosa u otra. Finalmente, a mis 30 años me embarqué en esta aventura y decidí irme a Nueva Zelanda 6 meses a mejorar mi inglés, trabajar y visitar el país.
Escogí la ciudad de Auckland por ser la más poblada de todo el país, por su gran oferta laboral y por el bajo número de españoles. Los ciudadanos de Auckland son gente muy agradable y debido a que el estilo de vida es más relajado que en la ciudad donde vivo (Barcelona) fue fácil y agradable vivir allí. Durante mi primera semana, me di cuenta de la multiculturalidad de la ciudad. Por eso, si te gusta conocer gente de todo el mundo, además de aprender inglés, Auckland es ideal para ello.
Estudiar en la escuela NZLC me ofreció la posibilidad de mejorar mi inglés, hacer amistad con estudiantes de muchísimas nacionalidades y también pude hacer uso de los servicios extra que ofrecía la escuela, así como aplicaciones específicas online para la preparación de los exámenes, películas, revistas y actividades durante toda la semana. Además, tuve la oportunidad de trabajar en un hotel mientras combinaba mis estudios y mis viajes por el país.
Después de mi estancia, puedo decir que Nueva Zelanda es un país seguro con una calidad de vida muy buena. Es ideal para los apasionados de los deportes de aventura y de la naturaleza. Me vuelvo a España enamorada de este país, por todos sus preciosos paisajes de ensueño, playas, por sus bosques frondosos y montañas impresionantes. Realmente es un país que se ha de visitar al menos una vez en la vida.
Animo a todo el mundo que quiera estudiar inglés en el extranjero, que no se lo piense tanto y dé ese gran salto, ya que le aportará un gran valor a su carrera profesional y personal. Vivir en una ciudad extranjera, te permite salir de tu zona de confort, conocerte a ti mismo ante nuevas situaciones, valorar lo que tienes y te enriquece muchísimo como persona.
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