Si estudiar en el extranjero no está en tu lista de cosas que hacer, ¡te damos 6 razones por las que sí debería estarlo! Dar el paso de estudiar en el extranjero es una decisión que te cambia la vida. Sí, hay que invertir tiempo y dinero, pero el esfuerzo vale totalmente la pena, ya que es una experiencia que aporta todo tipo de beneficios. ¿Cuáles? Sigue leyendo y descubre nuestra lista de razones por las que estudiar en el extranjero al menos una vez en la vida. ¿Tienes el pasaporte listo?
1. Conoce mundo
Una de las razones más atractivas por las que estudiar en el extranjero es que es una oportunidad única para viajar por el mundo. Desde los cerezos en flor de Japón hasta los rascacielos de Nueva York, el interior de Australia o la costa sudafricana, cuando estudias en el extranjero, se abre ante ti un mundo de posibilidades. Además de conocer a fondo tu ciudad de destino, también podrás explorar la región o las ciudades de los alrededores, y, dependiendo de dónde elijas ir a estudiar, incluso puedes visitar algún país vecino del que normalmente estarías demasiado lejos. ¡Si tu pasaporte está falto de sellos, tienes que estudiar en el extranjero!
2. Aprende un idioma
A la hora de elegir el destino en el que estudiar, plantéate la opción de ir a un lugar en el que no se hable tu lengua materna. ¿Por qué? ¡Porque no hay mejor manera de aprender un idioma que en total inmersión lingüística! Además de realizar un curso de idiomas o incluso estudiar en el idioma que estés aprendiendo, tendrás que utilizar la lengua en cuestión en tu día a día; al hacer la compra, al coger un taxi o incluso si tienes una cita romántica. ¡Te sorprenderá lo rápido que mejora tu dominio del idioma! Si quieres progresar todavía más, intenta vivir con gente local para una inmersión lingüística aún más intensiva.
3. Haz amistades que duren toda la vida
Pregúntale a cualquiera que haya estudiado alguna vez en el extranjero qué fue lo que más le marcó de la experiencia… lo más probable es que te diga que fue la gente que conoció durante su estancia. Las amistades que se hacen al estudiar en el extranjero suelen ser fuertes y duraderas, ya que son vínculos que se crean fuera de la zona de confort. Ya hagas amistad con autóctonos o con viajeros como tú, lo más probable es que se conviertan en tu segunda familia. ¡Además, al tener amigos repartidos por todo el mundo, tendrás la excusa perfecta para volver a viajar!
4. Mejora tus perspectivas laborales
Si aún no estás del todo convencido, plantéatelo como una inversión en tu futuro. ¿Que cómo puede ayudar el estudiar en el extranjero a tu carrera profesional? ¡A las empresas les encanta contratar gente que haya vivido en otro país! Los encargados de recursos humanos verán tu experiencia en el extranjero como prueba de que eres una persona independiente, abierta a otras culturas, que habla idiomas y que probablemente haya tenido superar obstáculos o resolver problemas fuera de su zona de confort. Ah, y si alguna vez has soñado con mudarte a vivir y trabajar en el extranjero de manera permanente, ¡el primer paso para hacerlo es estudiar fuera!
5. Sé la mejor versión de ti mismo
No hay nada como vivir en el extranjero para desarrollar tu personalidad. Estudiar en otro país te obligará a ser más independiente, te enseñará a lidiar con los contratiempos, te permitirá descubrir otras maneras de hacer las cosas, estimulará tu autoestima y tu confianza en ti mismo, y te ayudará a sentirte realizado. Después de haber estudiado en el extranjero, te sentirás más cómodo al afrontar los retos del día a día, y confiarás más en tus capacidades. Sí… ¡pasar tiempo en el extranjero también te ayuda a convertirte en la mejor versión de ti mismo!
6. No te arrepientas de no haber viajado más
Son muchas las razones por las que estudiar en el extranjero, pero una fundamental es que, al hacerlo, evitarás futuros arrepentimientos. Si les preguntas a tus padres o a alguien que te saque unos cuantos años qué les gustaría hacer si pudieran retroceder en el tiempo, probablemente te digan que les hubiera gustado viajar más, así que haz caso a esa vocecita que te dice que des el paso y te lances a explorar el mundo. Si te preocupa el dinero, recuerda que siempre puedes trabajar a tiempo parcial mientras estás en el extranjero. ¿Crees que te falta tiempo? Pasa un año en el extranjero y se te abrirán muchas puerta en el terreno laboral cuando regreses. Deja de repetirte una y otra vez por qué no deberías hacerlo y céntrate en por qué sí… ¡te cambiará la vida!
¿Has decidido empezar a organizar tu curso en el extranjero? Como bien dijo Terry Pratchett: “Volver donde empezaste no es lo mismo que nunca haber marchado”. ¡Así que lánzate y sal a ver mundo!
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