No es ningún secreto que dominar uno o varios idiomas extranjeros ayuda a progresar profesionalmente y a hacer destacar tu currículum a la hora de solicitar un empleo o de intentar conseguir un ascenso. Sin embargo, hoy en día, tener buen currículum no siempre es suficiente. Los logros académicos y la experiencia laboral siguen siendo fundamentales, pero las empresas valoran mucho otras habilidades que suelen obtenerse a través de experiencias vitales.
Tal vez te sorprendan las muchas aptitudes, aparte de las lingüísticas, que se desarrollan durante una estancia en el extranjero. Muchas de ellas entrarán dentro de la categoría de las soft skills, y son las más demandadas por las empresas.
¿Qué son las hard skills y las soft skills?
Las hard skills suelen ser los conocimientos que se han adquirido a través de formación académica, como los conocimientos en informática, ingeniería, matemáticas o cualquier otra aptitud que te permita realizar la mayor parte de un trabajo.
Las soft skills, por su parte, son las aptitudes que te permiten enfrentarte mejor a multitud de situaciones cotidianas y llevarte bien con la gente. Por lo general, estas habilidades intangibles no se adquieren a través de formación académica, sino de la vida diaria.
Las empresas buscan empleados con un equilibrio de hard y soft skills.
Las soft skills más importantes
Estudiar en el extranjero permite desarrollar algunas hard skills; concretamente, las competencias lingüísticas, tan cotizadas en estos tiempos. Pero la experiencia de aprender inmerso en otra cultura se verá reflejada en muchos aspectos de tu personalidad, y no solo en tu dominio del idioma.
Estas son las 23 soft skills que adquirirás tras vivir y estudiar en el extranjero, clasificadas en 4 categorías:
Competencias interpersonales
1. Capacidad de escucha – Esta es fundamental, tanto dentro como fuera del aula. Se necesita más tiempo para procesar una lengua extranjera, lo cual te obligará a escuchar con más atención para saber qué contestar. En tu lengua materna, a menudo, en lugar de escuchar con atención a tu interlocutor, te pones a pensar en qué vas a responder… te darás cuenta cuando estudies un idioma extranjero.
2. Capacidades de expresión oral – Hablar otro idioma no solo mejora tu capacidad para expresarte en la lengua que estás estudiando, sino que también te ofrece una nueva perspectiva de tu idioma materno. ¿Cómo te sientes cuando te hablan demasiado rápido o usando jerga? Probablemente aprendas a hablar de manera más precisa en tu idioma, una importante competencia comunicativa.
3. Apertura cultural – Estudiar en el extranjero te da la oportunidad de comprender la esencia de otra cultura, cosa que viajar “sin más” no te ofrece. El idioma te abrirá todas las puertas. En la escuela y en tu día a día, verás lo mucho que pueden cambiar las formalidades o las tradiciones de un lugar a otro.
4. Conciencia multicultural – Además de aprender sobre la cultura autóctona, conocerás y estudiarás con personas de todo el mundo. Trabajar en un grupo heterogéneo es una soft skill fundamental en el mundo de los negocios actual.
5. Empatía y capacidad para identificarse con otras personas – Conocer mundo te puede ayudar a comprender que las personas comparten las mismas emociones básicas, independientemente de su lugar de nacimiento.
6. Paciencia – La paciencia es clave a la hora de estudiar un idioma, pero también para desenvolverse en otro país y cultura.
7. Trabajo en equipo – Hoy en día, la enseñanza de idiomas incluye un montón de actividades en grupo. Realizar una tarea en otro idioma, con personas que no hablan tu lengua materna, es un reto muy gratificante que te permitirá mejorar tu capacidad para trabajar en equipo. No tienen que caerte todos bien, pero tenéis que trabajar juntos… como en todo puesto de trabajo.
Competencias mentales
8. Solución de problemas de manera creativa – Cuando estás fuera de tu zona de confort, a menudo rodeado de personas que no hablan tu idioma, tienes que ser creativo para solucionar los problemas que surjan.
9. Pensamiento multidisciplinar – Esta es una habilidad fundamental en el siglo XXI y la docencia de idiomas es un perfecto ejemplo de este tipo de pensamiento. En una clase, te pueden enseñar una regla gramatical o un vocabulario específico, pero lo harás a través de diferentes actividades, y tratando diferentes temas. Se puede aprender una estructura gramatical, por ejemplo, haciendo un debate en grupo, un juego, un texto o un simulacro de entrevista; enfoques muy diferentes para aprender un mismo aspecto de la lengua.
Competencias prácticas
En este punto, la línea entre las hard skills y las soft skills es muy difusa.
10. Capacidad de autogestión – Tu escuela de idiomas hará todo lo posible para que tu llegada al país vaya bien, pero, al final, serás tú quien tenga que organizarse para aprovechar el tiempo al máximo.
11. Disciplina individual – Nadie te va a obligar a que te levantes por la mañana para ir a clase, al igual que nadie va a estar encima de ti para que hagas los deberes. Eso sí, verás que los estudiantes que hacen todo esto, son los que más rápido progresan.
12. Capacidad para hablar en público – Después de haberte dirigido a un grupo en otro idioma, hacer una presentación en tu lengua materna te intimidará mucho menos.
13. Capacidades de expresión escrita –¿Cuándo fue la última vez que te preocupaste por escribir bien?
14. Capacidades para orientar y asesorar – Un buen profesor sabe inspirar tanto a adultos como a niños. La diferencia es que los adultos son capaces de darse cuenta de cuáles son las cualidades que hacen bueno a un profesor, y llevárselas de vuelta a su país, junto a sus nuevas y mejoradas capacidades lingüísticas.
Rasgos de la personalidad
Tus rasgos más característicos probablemente te acompañen desde la infancia, pero vivir y estudiar en el extranjero te ofrecerá muchos nuevos estímulos.
15. Confianza en uno mismo – Hay que creer en sí mismo para hablar con desconocidos en un idioma que no es el tuyo, pero te sorprenderá lo amable que es la gente cuando intentas hablar su idioma. Esta confianza en ti mismo habrá llegado para quedarse.
16. Perseverancia – Aprender a pensar y leer en otro idioma es un gran reto, pero resulta muy satisfactorio. Tu perseverancia será recompensada con una serie de aptitudes que tendrás de por vida.
17. Responsabilidad – Al vivir en otro país, estarás lejos de tus familiares y amigos. De ti depende crear una nueva zona de confort y que todo marche bien.
18. Ambición – Dentro de lo razonable, la ambición es atractiva. Cuanto más mundo tengas, mejor sabrás qué quieres en la vida… y cómo conseguirlo.
19. Iniciativa – Esta es una de las soft skills más importantes. A no ser que tengas un físico despampanante (pero que muy despampanante), las cosas no te van a caer del cielo; tienes que tener iniciativa para alcanzar tus objetivos. Al no estar rodeado de “tu gente”, es esencial tener iniciativa en tu nuevo entorno.
20. Integridad – La integridad, ¿se adquiere? Conocer gente nueva de todo el mundo te permite reflexionar acerca de qué valoras realmente en las personas.
21. Equilibrio emocional – Uno de los aspectos más intrigantes de hablar un idioma extranjero es que, probablemente, pienses antes de abrir la boca, reduciendo, por lo tanto, las posibilidades de decir algo de lo que te arrepientas. Si sabes gestionar tus emociones, encajarás en cualquier equipo.
22. Flexibilidad – Cada cultura es un mundo, y necesitas ser flexible para adaptarte a los cambios. Aunque no te encante cómo funcionan las cosas en otro lugar, tienes que adaptarte. La capacidad para lidiar con situaciones difíciles o inesperadas te será muy útil.
23. Madurez – Suma todas las aptitudes enumeradas en esta lista, y la tendrás.
Como ves, estudiar en el extranjero te ayudará a desarrollar una serie de aptitudes sociales y a convertirte en un empleado y compañero de trabajo más versátil. ¿Y sabes lo mejor de hacer más atractivo tu CV? ¡Que te lo vas a pasar genial en el proceso!
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