¿Crees que se habla el mismo francés en todo el mundo? ¡Pues no! El francés es la lengua materna de millones de personas: franceses, belgas, suizos, luxemburgueses, canadienses… sin olvidar los millones de francófonos que hay en África y Haití. Con tantos hablantes en todo el mundo, es normal que el francés tenga diferentes variedades.
El francés canadiense y el francés europeo son mucho más diferentes entre sí que el inglés británico y el inglés americano, por ejemplo, pero sus hablantes consiguen entenderse sin mayor problema. Así, si estás leyendo esto para decidir dónde estudiar francés o por simple curiosidad, sigue leyendo para descubrir las sorprendentes diferencias!
Un poco de contexto
Los colonos franceses no llegaron a lo que hoy es Canadá hasta que Jacques Cartier la pisó en 1536. Los colonos franceses siguieron llegando hasta el siglo XVIII, procedentes de toda Francia. Los diferentes dialectos comenzaron a mezclarse, creando así una primera variante canadiense del idioma. Más adelante, debido a la influencia británica, sus rivales, el francés canadiense empezó a incorporar anglicismos, sobre todo en los sectores del comercio y de los negocios.
En 1977, la Carta de la lengua francesa estableció que el francés era el idioma oficial de Quebec. La normativa censuró los préstamos de palabras inglesas en contextos formales (aunque el «franglais» sigue utilizándose en las situaciones informales), empezaron a traducirse todos los títulos de películas y las señales de tráfico cambiaron el término STOP (utilizado en Europa) por ARRÊT. Vive le québécois!
Vocabulario
¡Ahora viene la parte divertida! Al saltar de francés canadiense a francés europeo (o viceversa), hay que elegir las palabras con mucho cuidado. El ejemplo más típico (y gracioso) es la palabra gosses: en francés europeo, se utiliza para referirse a los niños; en francés canadiense, es el término coloquial para hablar de los testículos de un hombre… ¡un error a evitar a toda costa!
Otros ejemplos más inocentes son las palabras para «coche» –voiture en francés europeo y char en francés canadiense– y sandía –pastèque en francés europeo y melón d’eau en francés canadiense–.
Préstamos: ¡no solo del inglés!
Ya mencionamos que los hablantes de francés canadiense han tomado palabras prestadas del inglés (chum se utiliza para referirse a un amigo o novio, por ejemplo), pero también hay términos tomados del vocabulario de las tribus indígenas canadienses. Ejemplos:
Español | Francés europeo | Francés canadiense |
sandalias | sandales | babiches |
reno | renne | caribou |
arándano | canneberge | atoca |
Gramática
Mientras la mayoría de los malentendidos entre francófonos de Europa y Canadá serán más por motivos de vocabulario y jerga que por la gramática, sí hay algunas diferencias gramaticales. En lo que a preposiciones se refiere, los canadienses tienden a acortarlas; sur se convierte en s’a, dans les pasa a ser dins y sur les lo acortan en s’es.
En cuanto a los pronombres, los franceses sí utilizan el pronombre personal nous, mientras los quebequenses utilizan on casi siempre. Por último, los franceses prefieren ser un poco más formales (por lo menos, lingüísticamente) y emplean vous (el equivalente al «usted») mucho más que sus compañeros franceses, quienes tardan menos en pasarse al tu.
¡Menudo acento!
¡El secreto está en la nariz! Si el francés te parece, de por sí, muy nasal, ¡espérate a oír a los canadienses! Los sonidos vocálicos son más nasales en francés canadiense, y el sonido un sigue utilizándose, cosa que en Francia no. Si un canadiense no pronuncia así las vocales, sus compatriotas dirán que habla como un pijo.
Entonces, ¿qué destino es mejor aprender francés: Montreal o París? Nuestra humilde opinión es que vale la pena estudiar el idioma en los dos sitios. ¡La diversidad es la sal y la pimienta de la vida!
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