Desde que ESL lanzó su herramienta de autoevaluación de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) en el 2011, muchas de nuestras escuelas asociadas aprovecharon para evaluar y desarrollar aún más sus estrategias de RSE a nivel interno. Este innovador sistema motiva a las escuelas a que sopesen honestamente sus políticas existentes mediante una serie de preguntas específicas. También las motiva a formalizar su estrategia de RSE con el soporte de ESL y otras escuelas de idiomas. Cuando diseñamos la herramienta, nos dimos cuenta de que muchas de nuestras escuelas asociadas ya habían tomado acciones útiles pero necesitaban implementar una estructura más formal de RSE, como la que ya teníamos de antemano en ESL.
La Sydney English Academy (SEA) es una de nuestras escuelas asociadas que se ha beneficiado de nuestra herramienta de evaluación RSE. Ubicada en el tranquilo vecindario de Manly, en Sídney, a pocos minutos de la playa y de un trecho del Océano Pacífico al que a menudo se dirigen las ballenas, la escuela está rodeada de una biodiversidad maravillosa. Adentrándose en la bella isla, se encuentran las Montañas Azules y los picos Three Sisters, ubicados en hectáreas de densos bosques. Los directores de la escuela Mick Edwards y Sam Milton afirman que los australianos comienzan a ser conscientes de los grandes cambios climáticos en el planeta y de su gran impacto en el medio ambiente australiano, así como en la calidad de vida de la que actualmente gozan los habitantes locales.
Después de reconocer la responsabilidad de los dueños de la escuela en la implementación de prácticas sostenibles en su compañía, SEA comenzó su proceso con “acciones simples” como apagar todos los equipos electrónicos de los estudiantes y profesores desde la toma de corriente al final del día y dejar solo un equipo encendido para permitir el acceso remoto. Cuando las condiciones lo permiten, la escuela apaga su aire acondicionado una hora antes de finalizar la jornada. Además de los beneficios medioambientales, el dinero que se ahorra mediante estas políticas ha permitido que SEA financie una parte importante de su electricidad con energías renovables y, también, que compense las emisiones de carbono de los vuelos que toman sus directores.
Los directores de SEA ven de manera positiva las ventajas de la herramienta de autoevaluación RSE de ESL, tanto en sus propios procesos como en los de otras escuelas de idiomas. “La herramienta de RSE de ESL le permite a las instituciones compartir conocimiento que hace que cada una de ellas sea más sostenible. Le da a la escuela un formato estructurado para evaluar su nivel de sostenibilidad y formular planes de mejora de lo que ya hacen.” El ayuntamiento de Manly reconoció recientemente el enfoque positivo de SEA con un premio de sostenibilidad, diseñado para alentar a las compañías locales a que tomen acciones que contribuyan al desarrollo sostenible.
Pero no todos los ayuntamientos tienen un pensamiento tan a la vanguardia como el de Manly. “En otras regiones de Australia, los organismos de control no manejan el reciclaje como se debería… esto dificulta la tarea. Cuando queremos reciclar no siempre nos recolectan las basuras por separado”, afirma Babette Furstner de ILSC, una escuela con dos campus en Australia, en Sídney y Brisbane. “La RSE realmente está en el corazón de nuestra misión institucional y en la cultura de la escuela ILSC. Nos centramos principalmente en las comunidades globales y en el medio ambiente.” Los recursos prioritarios que se deben racionalizar en la escuela son el papel, el agua y la electricidad, por ello ILSC ha creado recientemente políticas para el ahorro de estos tres elementos. Ahora, todas nuestras fotocopias se realizan en papel reciclado, que además se vuelve a reutilizar. Babette continúa, “ya no les imprimimos a nuestros estudiantes documentos de matrícula, sino que se los enviamos por vía electrónica. También estamos llegando a un sistema similar para nuestra contabilidad. Además usamos una serie de libros de texto, en vez de fotocopiar páginas para minimizar el uso de papel en las clases.”
Con el agua y la electricidad, el objetivo es reducir el gasto innecesario. El consumo de agua en ILSC se ha reducido al instalar llaves de agua en perfecto estado, cisternas ahorradoras y agua purificada. Además, hemos puesto bombillas ahorradoras y las luces se apagan cuando un aula o área no se está usando.
Shafston College en Brisbane colocó dos enormes tanques de recolección de aguas lluvia para su reutilización y ha creado diferentes políticas de ahorro de energía, como el uso de bombillas ahorradoras.
Otra de las escuelas asociadas de ESL que se ha visto beneficiada con las políticas progresivas de ahorro de energía es Byron Bay English Language School. La escuela instaló un sistema de energía solar de 10 kW en su techo, que ahora le provee el 40% de la energía necesaria “¡bastante ahorro y una gran inversión!” manifiesta su director, Michael O’Grady. La escuela obtiene además un gran estímulo del gobierno estatal por la electricidad producida y recibió un apoyo de instalación del gobierno estatal y federal para el servicio de agua caliente en las Student Houses. “Es emocionante ver que la industria solar es cada vez más eficiente.”
Michael trasmite la impresión que tienen otras escuelas al decir: “Pienso que estamos tomando acciones adecuadas, pero el apoyo de las autoridades no siempre es visible”, aunque los temas medioambientales sean cada más importantes en un país donde los efectos del calentamiento global se están sintiendo. Asimismo, el boom de producción de mercadería en Australia no impidió un incremento del 25% en el precio de la electricidad, lo que se junta a una preocupación inminente debido a las compañías extranjeras que desean comprar grandes áreas cultivables para obtener gas natural, lo que reduciría la capacidad del país para producir su propia comida. Cameron Lloyd de Shafston College señala que el reciente impuesto de $23 dólares por tonelada de carbón es, hoy en día, uno de los más altos del mundo.
En el marco del desarrollo sostenible, además de velar por el medio ambiente, también se deben realizar acciones sociales. Por ejemplo, en el 2011 SEA trabajó con una institución caritativa que les permitió matricular a un estudiante de Timor Oriental (uno de los países más jóvenes y pobres del mundo) para que estudiara inglés en la escuela durante dos meses. La escuela planea ahora ofrecer todos los años una beca similar para un estudiante de algún país en vías de desarrollo. ILSC participó recientemente en la carrera Rio Tinto de lucha contra el cáncer, en la que estudiantes y una gran cantidad de voluntarios participan constantemente en eventos de caridad como la “Carrera por los refugiados”, “Zombie walk” y “Bridge to Brisbane”. “Queremos hacer que nuestros estudiantes tengan la oportunidad de involucrarse en actividades importantes mientras están aquí en Australia”, declara Babette. El personal de esta escuela también está muy comprometido con diferentes causas. Los profesores de ILSC juntaron dinero para que unos profesores provenientes de Camboya pudieran asistir a una conferencia de Cam TESOL a finales del 2011 y planean hacer lo mismo en el 2012.
Las compañías australianas deben hacer frente a algunas situaciones desafiantes en materia de RSE, pero nuestras escuelas asociadas van por el buen camino. Sus acciones aseguran que Australia continúe siendo un excelente destino para un curso de inglés en inmersión por muchos años más. Más información sobre cursos de inglés en Australia y nuestra herramienta de autoevaluación de RSE.
What do you think?