¿Dónde está el centro del mundo? O mejor deberíamos decir…. ¿dónde está el centro de tumundo? Este es justamente el problema que los cartógrafos han enfrentado desde que se empezaron a hacer mapas o planos del mundo.
El mapa que probablemente estamos más acostumbrados a ver, es la proyección de Mercator, con Europa occidental justo en el centro.
Creado en 1569, el mapa de Mercator fue utilizado por los marineros para navegar los océanos del mundo. Sin embargo, Gerardus Mercator se encontró con la dificultad de proyectar una superficie esférica sobre un mapa rectangular.
El resultado es un mapa que exagera enormemente el tamaño de las zonas más cercanas a los polos de la Tierra, en comparación con los países próximos al ecuador. Esto ocasiona que la India adquiera la misma extensión de Finlandia y que Groenlandia tenga el tamaño de América Latina.
El efecto es más claro en una proyección moderna de Mercator:
África es mucho más grande de lo que se ve en el mapa de Mercator: de hecho, el territorio continental de Estados Unidos, China, Europa occidental, India y Argentina, podría caber en el continente africano ¡y todavía sobraría espacio!
Nadie ha garantizado que el mapa de Mercator sea una representación perfecta del mundo. Al contrario, cartografiar el mundo sigue siendo un reto vigente. Muchos cartógrafos han intentado producir un mapa rectangular que represente de manera más precisa las dimensiones de la superficie terrestre, pero, por lo general, tienen un aspecto un poco… bueno… raro. Este es un ejemplo de Behrmann:
Los países más cercanos a los polos, terminan aplastados. Así que, aunque sí representa el tamaño de los países con mayor exactitud, este tipo de mapa es solo un poco más preciso que la tradicional proyección de Mercator.
Durante gran parte de los siglos XIX y XX, se optaba por utilizar proyecciones cilíndricas o pseudocilíndricas para representar al mundo en los atlas, ya que así reducían algunos problemas de distorsión:
Sin embargo, todos estos mapas tienen una cosa en común: Europa occidental está en el medio, lo cual, en cierto modo, tiene sentido. Normalmente, los navegantes viajaban desde o hacia Europa. El meridiano de Greenwich era, y sigue siendo, el punto cero de la hora mundial.
Este meridiano cero es una creación humana y fácilmente podría pasar por Brasil o China… pero Europa era el centro del mundo cuando se comenzó a trazar la superficie terrestre.
Este mapa chino de 1418, representa el mundo con China en el centro:
En realidad, un mapa moderno con esta perspectiva sería más democrático, si tenemos en cuenta que la mayoría de la población mundial vive cerca de la mitad del mapa.
Ahora, observemos este mapa australiano de la década de 1970. Se trata de una respuesta atrevida a la visión del mundo de los europeos:
¿A que es raro? Pero, si te paras a pensar, el Norte está “arriba” simplemente porque así lo determinó la tradición. En realidad, también podría ser el Sur el que estuviera “arriba”. Al Jazeera escribió un artículo al respecto.
Según los científicos, en unos cuantos miles de años, el Sur realmente será el Norte, ya que se cree que los polos magnéticos del planeta están en proceso de cambiar de posición.
Este sería un gran problema para las aves, las abejas y otros animales que utilizan los campos magnéticos del planeta para orientarse. Los humanos, por su parte, podrían continuar con sus vidas como siempre lo han hecho.
Todo esto nos lleva a concluir que percepción y realidad no están tan estrechamente relacionadas como podría pensarse. Si el Norte puede ser el Sur y Finlandia puede ser más larga que la India, ¡es importante viajar, verlo todo en primera persona y sacar conclusiones!
Y, si encuentras una solución para representar al mundo en una superficie rectangular, ¡por favor, comparte tu idea!
Descubre algunas perspectivas divertidas del mundo aquí.
Imágenes: Wikimedia Commons, Flickr
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