Bienvenidos a Jordania

Acompañamos a nuestro compañero de ESL, Alexander Gyr, durante su viaje por 7 ciudades del mundo. En su primer artículo, nos cuenta su experiencia en Jordania. ¡Vamos allá!

¿Jordania? ¿Qué haces en Jordania? En las últimas semanas, me han hecho la misma pregunta una y otra vez. Hoy, puedo afirmar que viajar a este país extraordinario es un periplo que vale la pena vivir. Este reino seduce, sobre todo, por su diversidad. Gastronomía, arqueología… Jordania tiene algo para todos los gustos.

El primer tema a tratar es la seguridad. Efectivamente, Jordania hace frontera con Israel, Irak, Siria y Arabia Saudí. A pesar de la inestabilidad política en sus países vecinos, la situación en Jordania es estable. Personalmente, no me sentí en peligro en ningún momento. Eso sí, para conducir un coche hay que tener los nervios muy templados, ya que las normas de circulación parecen brillar por su ausencia y la forma de comunicación más utilizada es el claxon.

Petra, una ciudad mágica esculpida en piedra

El lugar que más me impresionó de mi viaje fue, sin duda alguna, la ciudad rocosa abandonada de Petra. Fue elegida como una de las nuevas siete maravillas del mundo, está declarado Patrimonio de la Unesco y – dicho sea de paso – fue redescubierta en el siglo XIX por un suizo. Los templos funerarios, esculpidos en roca, son indescriptibles y de visita obligada para cualquiera que viaje a Jordania.

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Amán, capital efervescente

A primera vista, Amán, la capital, parece caótica, pero es precisamente eso lo que me fascinó de ella. Es una ciudad en la que es imposible aburrirse, que te cautiva desde el primer momento por su dinamismo y su día a día frenético. Lo que más me gustó fue la colina de la ciudadela, desde donde hay unas vistas impresionantes de la ciudad y los cantos de los almuédanos se mezclan con el ruido de la urbe. La ciudad es diversa y ofrece de todo: centros comerciales y mercados tradicionales, así como barrios modernos y liberales como Rainbow Street. Me llamó especialmente la atención la tolerancia y hospitalidad de los jordanos. Justo al lado de la mezquita dedicada al rey Abdullah, dos iglesias son prueba de la tolerancia religiosa del país. La gente es muy amable – de hecho, al final de mi viaje, no estaba seguro qué había oído más, si el claxon de los coches o «welcome to Jordan!».

Una estancia lingüística en Amán con ESL

El árabe es uno de los cinco idiomas más hablados del mundo. Es un idioma difícil de aprender y con muchas variedades: solo para la palabra «amor» hay al menos 11 términos diferentes, uno para cada fase del enamoramiento. Nuestra escuela asociada Ali Baba está justo al lado de la Universidad de Jordania, una de las más valoradas del mundo árabe. La escuela es muy moderna y en ella se imparten cursos de árabe, alemán e inglés, por lo que hay estudiantes locales y extranjeros. Las clases se imparten en pequeños grupos, divididos por nivel lingüístico, y los profesores utilizan métodos didácticos interactivos, creando las condiciones ideales para aprender este idioma tan sonoro. Para ayudar a los estudiantes a sumergirse de lleno en la vida de Amán, Ali Baba ofrece alojamiento en casas de familias que residen cerca de la escuela (por motivos culturales, esta opción se ofrece sobre todo a las mujeres). Los estudiantes que busquen más independencia pueden alojarse en alguna de las residencias o estudios que ofrece la escuela en los alrededores.

Citadel Hill Amman

 

Mis 5 consejos 

  1. Comprar el Jordan Pass con antelación

Puedes comprar el Jordan Pass por internet, por entre 95 y 120 euros (dependiendo de los días dedicados a visitar Petra). El Pass incluye entradas gratuitas a más de 40 atracciones turísticas, así como los gastos del visado. Es válida durante 12 meses, pero caduca automáticamente 2 semanas después de utilizarse por primera vez.

  1. El restaurante Hashem en Amán

Es un restaurante callejero del centro de Amán. No hay menú, por lo que la mejor opción es pedir el mix; en solo unos minutos, la mesa estará repleta de especialidades árabes como falafel o hummus. El restaurante está abierto las 24 horas del día y una comida con bebida cuesta unos 6 euros.

  1. El mar Muerto y el punto más bajo de la tierra

¿Quién no ha soñado con flotar sobre las aguas del mar Muerto y sentir su ingravidez? Eso sentirás en Sweimeh, al noroeste de Jordania. La región también tiene una naturaleza impresionante, y se puede bajar al punto más bajo de la superficie terrestre.

  1. Participar en una actividad organizada por la escuela Ali Baba

Participa en una actividad organizada por nuestra escuela asociada. Tanto entre semana como los fines de semana, la escuela propone actividades para realizar en compañía de estudiantes jordanos que aprenden inglés y alemán en el mismo centro. Una actividad muy valorada por los estudiantes, por ejemplo, es el curso de cocina mensual, en el que preparan y degustan diferentes especialidades árabes. Es también un buen momento para relacionarse con gente del lugar y de utilizar el árabe en un ambiente distendido.

  1. Caminata al convento rocoso de Ad Deir en Petra

Tendrás que caminar una hora, ¡pero las magníficas vistas del convento esculpido en piedra valen la pena! Después del agotador recorrido, se recomienda ir a tomar un té a la menta, sentarse y dejarse llevar por el ambiente de sus alrededores.

¿Cuál será la siguiente parada de Alexander en su viaje por todo el mundo? Síguenos en Facebook y Twitter para ser el primero en enterarte!

By Alexander Gyr

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